En mayo de 1994 se estrenaba en el Festival de Cine de Cannes la película que sin lugar a duda he visionado más veces en mi vida: Pulp Fiction. La primera vez que tuve contacto con Pulp Fiction fue entorno a 1995 y no fue de manera visual sino auditiva. Por aquel entonces Pulp Fiction se había estrenado en enero, asumo que unos meses mas tardes salio junto con la película la banda sonora; la cual debió gustar tanto a mi padre, que acabo en formato CD por las estanterías de nuestro reproductor compact-disc por muchos muchos años.
Recuerdo el día que ese CD llego a casa, ya que fui yo el encargado de hacerlo a sonar por primera vez. El siguiente recuerdo que tengo es escuchar parcialmente el track “Pumpkin And Honey Bunny/Misirlou” (posiblemente el más famoso de la película). Ni que decir tiene que por aquel entonces ni vi la película ni volví a escuchar aquel CD por mi cuenta (aunque durante los años seguideros sonaba frecuentemente por toda la casa). Fue en el 2002 cuando de manera totalmente aleatoria vi por primera vez parte de Pulp Fiction; el recuerdo es mucho más preciso. Durante muchos años había escuchado hablar de Pulp Fiction, tanto por el CD como por la película, no obstante nunca había tenido la oportunidad/interés por verla. Aquella primera vez mi decepción fue tremenda, recuerdo parar la película en la escena en la que Vincent se inyecta heroína, a la vez que pensaba ¿pero de que va esto?
Tuvieron que pasar otros 4 años más, para que en 2006 finalmente viera la famosa película entera, de un tirón. Por entonces Pulp Fiction era muy popular entre el grupo de amigos de la Universidad, podría decirse que en cuestión de semanas convertimos aquella película en nuestro tótem particular. Repetíamos las frases de las escenas más famosas, nos enviamos links con las mismas escenas que repetíamos e incluso recuerdo haber firmado un examen de arquitectura de computadores con la última frase que Jules Winnfield le dice a “Pumpkin”:
” El camino del hombre recto está por todos lados rodeado por las injusticias de los egoístas y la tiranía de los hombres malos.
Bendito sea aquel pastor que, en nombre de la caridad y de la buena voluntad, saque a los débiles del Valle de la Oscuridad. Porque es el autentico guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos.
¡Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquéllos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos! ¡Y tú sabrás que mi nombre es el Señor, cuando caiga mi venganza sobre ti!
Llevo años diciendo esta mierda, y cuando alguien lo oía es que iba a morir. No había pensado mucho en lo que significaba, simplemente creía que era un rollo que le soltaba a algún hijo de puta antes de pegarle un tiro, pero esta mañana vi algo que me ha hecho pensarlo dos veces.
Ahora se me ocurre que tal vez significa que tú eres el hombre malo, y yo soy el hombre recto, y que el señor 9 mm es el pastor que protege mi recto culo en el valle de la oscuridad.
O será tal vez que tú eres el hombre recto, y yo soy el pastor, y que este mundo es injusto y egoísta.
Me gustaría eso, pero ese rollo no es la verdad.
La verdad es que tú eres el débil y yo soy la tiranía de los hombres malos. Pero me esfuerzo, Ringo, me esfuerzo con toda intensidad por ser el pastor. “
Desde el 2006 habré visto esa película más de 30 veces. Sin duda es mi favorita, hay gente que la odia, en mi caso es una pasión (tal vez exagerada). La pena para mi era que había asumido hace ya años que nunca podría ver Pulp Fiction en un cine. Aunque la película se ha convertido en un clásico de los 90, ningún cine estaría interesado en proyectarla… o sí.
Cual fue mi sorpresa, que al poco de llegar California me enteré de que Pulp Fiction sería proyectada en los cines AMC, el 6 de Diciembre, solo en unos pocos cines de Estados Unidos y a una hora concreta: las 7. ¿El motivo?, resulta que hace 20 años que la otra obra maestra Tarantino –Reseirvor dogs– se estrenaba y a modo aniversario se proyectaban ambas. Ni que decir tiene que allí estuve, 17 años después de haber escuchado la banda sonora… escuchando a todo volumen: “¡He visto cantidad de mierda en mi vida… pero esto!”